viernes, diciembre 31, 2004

before - after

Definitivamente la situación parece cada vez más grave en Asia. La ayuda está llegando desde todas partes del mundo y el Banco Mundial ha pedido que se suspenda temporalmente el cobro de la deuda externa a los países afectados (tan precavidos ellos, business are business). Apenas ayer apareció un artículo en rebelión.org mencionando que se sabía con anticipación que Asia iba a ser azotada por un maremoto. Por supuesto la mayoría de los países afectados no cuentan con sistemas de seguridad contra este tipo de fenómenos como es el caso de Japón y Estados Unidos, así que no se pudo hacer mucho para tratar de salvar el mayor número de vidas posible...

Las evidencias y los testimonios científicos indican que los efectos del maremoto que causó la muerte a decenas de miles de personas, y la desaparición de otras tantas, se hubiera podido evitar o atenuar en gran parte con un sistema adecuado de monitoreo de oleaje y de detección de Tsunamis. Países de la región, que reciben miles de millones de dólares por ingreso turístico, dijeron no tener recursos para comprar sistemas de alerta.

Una reflexión.

Información técnica.



Está bien, está bien, el mundo es una mierda y es lo más "normal", pero eso no implica que no se deba hablar de ello...

El ministro de Asuntos Exteriores tailandés, Surakiart Sathirathai, ha dicho que una red de alerta de este tipo podría ayudar a que los turistas "vuelvan a visitar sus playas", porque "les devolvería la confianza".

Otra reflexión en noveno arte.

jueves, diciembre 30, 2004

hombre mirando al sudeste

En fin, no puedo evitar el lirismo pero esta película realmente me ha gustado (junto con Brazil y Walking Life), es de una sencillez y un trasfondo de imágenes evocador a la vez, bueno, es que a mi todo me provoca asociaciones. Tal vez no han estado tan tirados a la basura los días de vacaciones. El miedo ha estado tocando la puerta, finalmente me decidí a abrir, necesitaba compañía, pero ojalá se vaya pronto. Mientras tanto un poco de Goa por aquello del viaje con la pared blanca panza arriba. Qué hechizo ja.

Hombre mirando al sudeste: extractos del guión.

13.40 Narrador (Dr Denis): Si Rantés era un simulador, el trabajo que se tomaba en la simulación lo convertía de por sí en un enfermo. Se pasaba horas inmóvil sin pestañar, totalmente aislado, metido en algún lugar que yo sospechaba estaba demasiado lejos, pero no lejos hacia afuera como el decía, sino hacia adentro.

14.44 Doctor (Julio) Denis: ¿Ud cree que podría estar muerto y sin embargo estar aquí frente a mí?

Rantés: Sí, no de manera tan burda, claro. Pero de hecho la mayoría de esos hombres han muerto hace tiempo y sin embargo están aquí, a veces frente a Ud.

Doctor: ¿Por qué dice que han muerto?

R: ¿Ud qué cree?

D: [...] ¿Es un robot?

R: No ustedes son los robots, y todavía no se dieron cuenta.

16.02 Rantés afirma ser un holograma: Nosotros hemos logrado, cómo explicarle, que esas imágenes se corporicen en el espacio a través de lo que sería un gran proyector programado con una computadora muy compleja, que incluye en esos rayos todos los datos vitales para que esa imagen tenga vida.

Dr Denis: A ver si lo entiendo. Usted me está diciendo que es una ... proyección.

R: En cierta medida sí. Yo, la nave que me trajo, somos como imágenes proyectadas en el espacio. Digo imágenes para que usted me entienda, porque en realidad, yo puedo prescindir de sus ojos.

18.33 Narrador: ¿Por qué suponer que alguien que habla de un fenómeno físico tiene que ser un físico? Podría tener información sobre ciertos fenómenos y a partir de ahí fabular una historia. Y alguien que maneja esa información con fines no científicos, ¿quién es?

Julio, con asombro: ¡Un escritor!

Narrador: Un escritor. Un escritor..., o simplemente un lector. Lector... ¿Por qué pensé eso? ¿Lector de qué? La literatura de ficción no era mi fuerte, pero en la historia de los hologramas que Rantés había contado, yo tenía la sensación de un eco literario...

28.24 Rantés: Usted es mi pasado, este momento, este mundo. El lugar al que usted me quiere llevar es el pasado del hombre. [...] Si yo fuera el presidente de una potencia y tuviera bajo mi suelo unos ejércitos poderosos, entendería su preocupación. Pero no. Estoy en un manicomio. Todo el mundo sabe que estoy loco. Usted también, no.

Dr Denis: Rantés, usted está enfermo. Yo soy un médico. Quiero curarlo, eso es todo.

Rantés: Yo no quiero que me curen. Quiero que me entiendan.

44.26 Narrador: La idea de una invasión de Cristos me causaba gracia. Que Dios me perdone, pero era una idea tan disparatada que me causaba gracia. La otra, la antigua, la oficial de un solo Cristo, también me pareció siempre un disparate, pero nunca me hizo gracia. No sabía por qué, pero me era imposible no seguir desarrollando la idea en mi cabeza. Pensaba, si todo fuera cierto, por qué, mientras aquel Cristo era un ser social, mientras aquél tenía una parte política, éste en cambio se aislaba, buscando el más total de los anonimatos. Aunque, si aquella vez no le había ido del todo bien, no era un disparate pensar que esta vez hubieran decidido usar otra táctica.

46.10 Rantés: Hemos perdido muchos agentes por culpa de eso. [... Por] el perfume que entra por una ventana, por ejemplo, el olor de una mujer, un saxo pegajoso.

47.44 Dr Denis: Rantés, ¿por qué no se deja de joder? Lo voy a ayudar. De verdad lo voy a ayudar. Yo sé que usted tiene mucho miedo. Que le da terror, reconocerse simplemente como un hombre, como un hombre enfermo. Pero no se preocupe, no lo voy a abandonar. [Rantés mira acusador a Julio] Si usted me ayuda, puedo curarlo. Si usted es un gran tipo, Rantés, es una pena. [...]

R: ¿Por qué los seres humanos parecen resignarse a tantas cosas que los están destruyendo? ¿Y por qué hacen tan poco por modificar estas cosas? ¿Se están suicidando por estúpidos, o están pagando culpas?

49.43 Rantés: La naturaleza [...] favorece más fácilmente un cambio de especie que un cambio de conciencia. Yo soy más racional que ustedes. Respondo racionalmente a los estímulos. Si alguien sufre, lo consuelo. Alguien me pide ayuda, se la doy. ¿Por qué entonces usted cree que estoy loco? Si alguien me mira, lo miro. Alguien me habla, lo escucho. Ustedes se han ido volviendo locos de a poco por no reconocer estos estímulos. Simplemente por haber ido ignorándolos. Alguien se muere, y ustedes lo dejan morir. Alguien pide ayuda, y ustedes miran para otro lado. Alguien tiene hambre y ustedes dilapidan lo que tienen. Alguien se muere de tristeza, y ustedes lo encierran para no verlo. [Cambio de escena] Alguien que sistemáticamente adopta estas conductas, que camina entre las víctimas como se no estuvieran, podrá vestirse bien, podrá pagar sus impuestos, ir a misa, pero no me va a negar que esté enfermo. Su realidad es espantosa, doctor. ¿Por qué no dejan de una buena vez la hipocresía y buscan la locura de este lado, y se dejan de perseguir a los tristes, a los pobres de espíritu, a los que no compran porque no quieren, o porque no pueden, toda esta mierda que usted me vendería de muy buena gana? Si pudiera, claro.

1.28.55 Rantés, mientras el asistente prepara la inyección. Rantés: Doctor, doctor, ¿por qué me abandona?

1.40.03 El nueve de febrero de 1985 era sábado [...]Rantés llegó al fondo del pozo. [...] Electroshock para sacar al paciente del estado catatónico. Rantés no soportó la anestesia y tuvo un paro cardíaco.

1.40.55 Los enfermos no creyeron en la muerte de Rantés. Decían que se había ido, pero que volvería en una nave para buscarlos. Ellos estarían ahí, esperando.

Yo me senté a esperarla a ella. Si eran hermanos, Dios era, para mí, a partir de ese momento, un alcohólico desconocido que había tenido dos hijos, estas dos caras de una misma moneda. [Cortinas en movimiento] Quizás todos fuéramos eso, los hijos idiota o locos de un padre al que de cualquier manera costaba mucho olvidar. [Última escena de foto, con música de sax y enseguida los créditos]


Director: Eliseo Subiela
Copyright Cinequanon 1986. República Argentina.


lunes, diciembre 27, 2004

brrrrr - maldito calor

seco hasta la médula
ni un poro exhalante
anti-cuerpo
ni una gota aspirante
inundado hasta la boca
in-quietante

escribí y envié dos líneas
diez
mil
quizás diez mil

y sólo regresó el miedo
con el mensaje intacto
muerto de miedo
in-cierto

por cierto
imaginé que algún reflejo
me devolvería la simpatía
del rostro erosionado
in-tacto

en tanto
pregunté a cada reflejo cuerdo
dos preguntas
cien
mil
tal vez cien mil

pero fracasé las mismas veces
y una más como un backup

in-deciso

las distopías están desdibujando mi memoria
no recuerdo ya los detalles del boceto original...
tampoco esta inconsistencia me ayuda mucho,
yo quería nacer
nacer sin tantas implicaciones
¿comprenden?
y acabaré muriendo solamente...

>> end of file


Cuando lo real ya no es lo que era, la nostalgia asume su pleno significado

Jean Baudrillard, The Precession of Simulacra

uh?

He aceptado que, a pesar de todo, nada es igual y nada podría ser mejor. Lo cual es, paradójicamente, mejor desde cualquier perspectiva. Me dije a mi mismo que no era una buena persona, me liberé de ese peso, también lo escuché a mis espaldas y en sueños, lo comprobé de frente y aún me negaba a asumirlo y a dar crédito a quienes insistían en lo contrario. Después, me dije tantas cosas sin sentido, sin sentido por decírmelas yo y no dejar que alguien más lo hiciera, mejor dicho no encontrar a alguien más que quisiera hacerlo. Es mentira que al escribir se encuentre consuelo alguno. Es mentira que el silencio esté prestando atención, es mentira que esté aquí siquiera. Y si como dice Ciorán, nacer ha sido el peor error, que más da seguirla cagando, que más da seguir atragantándose de piedras, de todas formas lo irreversible se ha ido al carajo y otro tanto hará lo que va al matadero. Continuemos pues jugando a esta payasada. Es mi elección.

jueves, diciembre 23, 2004

fififi

Yo sé, no aprendo, ver el noticiero de la mañana por tv azteca me pone de malas la mayoría de las veces, pero ahí es en donde le dejan y a veces no hago nada, y aquí estoy yo de nuevo haciendo mi berrinche cuando la buenota de la conductora dice algo como esto: "tome sus precauciones, ya iniciaron las compras de pánico". Ya, en fin, al menos esto sirve como ejercicio de escritura.

El pánico se ha apoderado de la ciudad, hoy por la mañana en el noticiario recomendaban no salir de casa si no era estrictamente necesario. Muchos se han ido ya en caravanas energúmenas de autos imaginando que escapaban cuando en realidad, como alguien notó, se encuentran en libertad condicional. Pero otros más han quedado atrapados entre desfiguraciones de concreto y metal. Entre burlas carnavalescas de piñones, gordinflones sonrojados, palabras y abrazos tan extraños de gente tan extraña. Con el televisor que brilla como led estelar en la punta del jodido árbol de contrabando, mientras el recién desierto gimotea. Y el odio se congela en las calles mientras el amor y la paz se calcinan en hogares de semanas hastiadas o indiferentes otras más abandonadas.

El pánico se ha apoderado de la ciudad, el pánico a no poder comprar para demostrar que vales la pena para alguien en la vida. El pánico de un mes tan efímero como letal, en el que los clasismos se pierden entre la risotada de la incredulidad y la conmoción de la histeria de las series de colores. El pánico de la competencia de poderes adquisitivos y la insolvencia.

El pánico a que la piel revele la verdadera máscara de la inmundicia. El pánico a que el frío de invierno no provenga del clima sino del alma. El pánico a ser tantos irreconocibles y tan estúpidos en verdad. El pánico a perder un pretexto más del filón de excusas.

Qué mierda de pánico. (!)

canibalitum

Alguien (que está bien cabrón) entrevistó a Dios (ah' dio').

martes, diciembre 21, 2004

qwerty - asdfsh

el incipiente vocoder balbuceó unas cuantas palabras.
____todos aplaudieron.
pero nadie sabía, si en realidad deseaba decirlas.

Los aplausos continuaban como lluvia recia mientras los displays rezaban:

thank god for GUIs

lunes, diciembre 20, 2004

_.-._.-._.-.

Estos días sin tonalidades son, por alguna razón que no es la temperatura desquiciada a la baja, tan sugerentes. Blanco y negro sin complicaciones. Prohibidos los colores, y con ellos las dudas de ilusionistas. Se acabó la psicodelia.

domingo, diciembre 19, 2004

#endif

[state?]

"Hoy día de diciembre de un año ya podrido no hay demasiado que decir sino que:
Me encabrona como nunca el desorden de este cuarto, la modorra de mis pensamientos, mi flojera de respirar, la gente allá afuera y aquí adentro, mis adjetivos petulantes, la desolación que sólo ven mis ojos, las telarañas en mi boca, la insensibilidad de mis oídos maltratados, mi lengua seca de perro ladrador, mi derroche de delirios, mis indecisiones de opción múltiple, el miedo que me despierta a cualquier hora, mi ateísmo de adepto, mi instalación de amnesia, los milisegundos interminables de los fines de semana, también los de la semana, la cerveza diluída del barril sin fondo, la espera de todo cuando no se desea mucho, las colisiones discrepantes, la indiferencia de los caminos ajenos, las fallas de conexión sináptica, las inconclusiones distraídas, la metáfora onírica que yace inerte aquí... Y lo más extraño de todo quizás sea que me encabrone y me divierta a la vez tanto teatro sensacionista, según el clima, según la luz en turno del semáforo, según la gente que va y viene, según la música y el barómetro de mis contextos aleatorios o el rondín de los anuncios luminosos en estas calles que cada vez desconozco más. Sentimientos de artificio que originan dudas y mentiras camufladas en la multitud presurosa. Réplicas de recuerdos en el vacío de una memoria oscura.

La levedad de los mecanismos, su soberbia microscópica... ¿Y quién soy yo para objetar?

Hoy día de diciembre de un año ya podrido estoy aquí y allá sintiendo que me trago y me devuelvo entero una vez más. Dispuesto a seguir buscando el sinsentido, cual muñeco de cuerda tambaleante que tropieza hasta con sus propias patas, como una creación sintética del mismo J.F. Sebastian. Buscando el sinsentido de todo esto, ya que no encontré el sentido y este tedio es la prueba de mi mecanismo artificial. Y aunque no sé si siento ni si existo verdaderamente, no dejo de pensar en que esta verborrea de símbolos, aunque vacilante, me delata siempre. "

>> transmisión recibida

viernes, diciembre 17, 2004

ver, consumir, vivir

Me detuve ante el letrero en la entrada de un blog, cuya dirección ya no recuerdo, me llamaron la atención sus tres postulados. Es mentira que la luna es de queso rancio ¿O no?

[] ver diversamente
[] consumir moderadamente
[] vivir minimalísticamente


jueves, diciembre 16, 2004

512KB en RAM

alguien me contó que una ciudad eterna
ardió en llamas grises toda la noche de Mercurio

que el cielo consternado se congeló de tanto no poder cagar granizo

y que la tierra de mis antecesores
se derritió de tanto contener el vómito de magma

que la vida se cansó de todo y se vendió a la muerte

que el tiempo renegó del futuro y del pasado
mientras se dirigía al paredón holográfico

que la libertad fue exiliada
por negarse a elegir un cautiverio de catálogo

y que el perdón quedó esperando tras barrotes
a la justicia tendenciosa

que el recuerdo sangró hasta vaciarse de nostalgias virulentas

que había ojos cerrados apostados por doquier,
armados hasta las pestañas

que cuando se abrieron,
el paisaje pixelado se inundó incontenible de invierno líquido

y que había sido mi culpa,
por olvidarlo todo tan pronto...

lunes, diciembre 13, 2004

naufragio

Ese psychonáutico malestar que hace tan inviable lo trivial, y que nos invade algunas veces, a algunas personas, por algunas extrañas y jodidas razones, parece tan ridículo cuando lo miras analíticamente bajo parámetros convencionales. Pareciera no haber otra salida que sonrojarse muy silenciosamente y darse unos sopapos para aplacar la fiebre esquizoide y el letargo de intrascedencia de ideas tan insulsas en un mundo de practicidades. Nada más con salir y ver como la gente se desvive por vivir lo invivible me siento náufrago furtivo contemplando el cielo estrellado, panza arriba, flotando en un océano café cuyo color no quiero evocar, mientras escucho por el altavoz murmullos extranjeros y música de cámara (agghh!). Dos vueltas, tres vueltas, cuatro más sobre mi eje, con los brazos extendidos y sonrisa de oreja a oreja sostenida con garfios de inmadurez, demasiado tarde para subir al barco, demasiado pronto para llegar a la isla más cercana, esto, eso, aquello, todo, nada... zzzzzzzzz


NÁUFRAGO
Lluís Grèbol

Estaba cansado y peligrosamente agotado, no recordaba cómo había llegado a esa situación, debí darme algún golpe en la cabeza al caer al agua, lo único que recordaba era la sensación de ahogamiento, y un impulso primitivo de supervivencia que me hizo emerger hacia la superficie para inspirar una gran bocanada de aire, pero antes de eso nada, amnésico total. El tiempo se fue diluyendo ante mí como en un reloj de arena y perdí toda noción del mismo entre la desesperación y el cansancio que no sólo me atenazaban los músculos, sino también la mente.

Después de superar mi primer estado de miedo, alucinación, estupor, empecé a gritar y a llorar, pero no me sirvió de nada, y lo peor es que nada comprendía, lo único que tenía claro es que estaba solo en la inmensidad del océano y a punto de ahogarme. Tenía las extremidades entumecidas por el esfuerzo de mantenerme a flote. Como única alternativa de supervivencia me puse “panza al sol”, cerré los ojos e intenté recordar y reconstruir mi inmediato pasado.

¿Cómo coño había llegado yo a esta situación? Y lo más importante: ¿quién era yo? Después de un gran esfuerzo, empecé a vislumbrar algo de claridad por los laberintos de mi pensamiento, recordaba una ventana, sí, eso mismo, una ventana y luz, mucha claridad, yo pegado al cristal de una ventana viendo pasar el frío invierno a través de las bufandas y el vaho de los transeúntes, de los árboles despojados de color y de los charcos helados. Lo siguiente fue salir de la casa, más que salir, escapar, pero ¿escapar de quién?, ¿de qué?.

A continuación, frío, la sensación de un viento gélido abrazando todo mi cuerpo desnudo y pegándose a mí una capa de helado porvenir, de deambular por las calles tiritando escondiéndome de miradas furtivas, tropezando hasta entrar en una cafetería, y … ¿y luego?.

Nada, no recuerdo nada más, a partir de aquí el negro más absoluto, pero mientras iba hilvanando mis exiguos recuerdos una voz grave inundó todos mis sentidos:
—¡Camarero, póngame otro café, que en éste hay una mosca!
¡Dios mío, soy una mosca!

!!

Qué poquita vida.

viernes, diciembre 10, 2004

...el carril contrario...

Escupitajos contra todo ese arte que no hace sentir a nadie.
Recomiendo éste blog.

martes, diciembre 07, 2004

collage の trip

Que irónico es no caer cuando todo a tu alrededor se derrumba y todos mueren aplastados.

Danza el suelo y las paredes se constipan hilarantes. Y tu que de equilibrista y surfista tienes tan poco. Eres una rata autómata que viaja sobre una botella de licor presidencial por alguna alcantarilla bulliciosa, sin más apoyo que un cigarrillo insulso como remo, deberás ir esquivando la basura y la mierda para sobrevivir e ir tomando los caramelos. Caramelos en la alcantarilla, nadie sabe de donde vienen pero hay temporadas en las que caen como lluvia despiadada con granizo desde el cielo rendijado. Y tu los tomas sin dar mucha importancia al fenómeno y te olvidas de la pestilencia por un instante, en un lapso ilusorio que es cada vez más corto, más soez, tan hediondo como la misma pestilencia que rehusabas admitir. Nunca es suficiente, siempre es demasiado o muy poco o exagerado o insignificante, jamás suficiente ni perfecto, nunca estuviste tan lejos de la saciedad, y ahora, prefieres conformarte. Pero el tiempo está a tu favor, siempre lo ha estado, es tiempo de cloacas, afuera apesta a aire fresco, a paraíso anticuado. El último perfume traído de Paris nos deleita con orines de vanguardia y progreso reticente, incrédulo de tanto ver y escuchar. Es tiempo de cloacas y de esencias de orines con aroma de sofisticación, también de caramelos, de leves o complicados sabores y sinsabores con efectos ridículos. Pacman podría expresarlo mejor, no yo, Pacman sabe lo complicado que es tragar caramelos todo el tiempo, sin reventar, sobrio, y luego cuando todo cambia de color, es tan confuso que parece difuso, aunque el paisaje no deje de ser, irrisoriamente, el mismo... Y tu que de equilibrista y surfista tienes tan poco...

viernes, diciembre 03, 2004

rebelión en la granja

George Orwell

Principio irrevocable del Animalismo.
Todos los animales son iguales,
pero algunos animales
son más iguales que otros.
¡Cuatro patas si, dos patas mejor!

wrack and ruin

ya lo conseguí

Creo que finalmente se impone el estilo de Dulce Líquido (anticristianos) en la mayoría de las rolas (sobre todo las primeras), aunque no pierde la escencia de Hocico, más constante en la segunda mitad del disco. La reseña más acá.



01. El infierno que viene
02. Tales from the third world
03. Bizarre words
04. Spirits of crime
05. Born to be (Hated) - original odium
06. Love Posing as a Prostitute
07. Ecos
08. Oracion Nocturna
09. Death as a Gift
10. Padre No Nuestro

Hocico