viernes, mayo 28, 2004

todas partes

hace tiempo entendí que guardar silencio no es callar. en aquel entonces yo juraba que hablaba porque podía escuchar mi voz guasona. lo cierto es que siempre estuve callado, tal vez sea eso lo que explique la resequedad en mi lengua de perro ladrador. muerdo luego pienso.