sábado, noviembre 20, 2004

la insoportable irrealidad de la ciencia ficción..

En realidades alternas se piensa y se redefine esta modernidad lacerante que recuerda al ser humano a cada instante el devenir de tanta humanidad que terminó en inhumanidad y decadencia. El conocimiento se desplomó de tanta gordura, y ocupó su lugar la información. Procesos de producción irrefutables reciclando conocimiento en latas de información etiquetadas, ya no es más la divagación de los sentidos en el arte y la cultura, ya no es más la expresión sino la extensión y la uniformidad, es el objetivo pragmático que fuerza a una representación simbólica del conocimiento con un fin dirigido y planeado a rigor, el surgimiento de una estadística consumista aplastante que parece justificarse sola y que ofrece los razonamientos más lucidos y crueles ante cualquier intento de objeción. El hartazgo de posturas y más posturas que ya no se crean, no se inventan, se reciclan una y otra vez, con las mismas piezas pero en diferente lugar, con diferente nombre, con diferente color. Todo cuanto surge en alternancia con esta realidad impuesta es succionado hasta la médula y si los huesos no son pulverizados sirven de muestra para la ironía y la burla de la nueva vanguardia ante tal atrevimiento ingénuo de diferenciación.

"Los científicos nunca encontrarán al "yo" del mismo modo que tampoco encontraron al alma o a Dios", ¿y que nos queda a los vagabundos fenotipos anexados a esta realidad? Venerar sombras de figuras que no existen, pensar y re-pensar al revés todo cuando se nos dice que es derecho, que es cordura, que es mesura, que es normalidad. Un acto de rebeldía y de protesta, otro tanto de nostalgia por la identidad perdida que se aleja más y más.

En palabras no mías, la insoportable irrealidad de la ciencia ficción divaga entre:

"Si los poetas son los legisladores no reconocidos del mundo, los escritores de ciencia ficción son sus bufones de corte. Somos Payasos Sabios que podemos saltar, dar cabriolas, hacer profecías y rascarnos en público. Podemos jugar con Grandes Ideas porque el extravagante colorido de nuestros orígenes de revista barata nos hacen parecer inofensivos.

Y los escritores de ciencia ficción tenemos siempre la posibilidad de retozar alegremente: ejercemos influencia sin tener responsabilidades. Son muy pocos los que se sienten obligados a tomarnos en serio; y no obstante, nuestras ideas se filtran en la cultura, la recorren, burbujeantes, invisibles, como una radiación de fondo.”

Bruce Sterling

o el fragmento del Manifiesto Cyborg de Donna Haraway:

“El cyborg no reconocería el Jardín del Edén, no está hecho de barro y no puede soñar con volver a convertirse en polvo (...) Los cyborgs no son reverentes, no recuerdan el cosmos, desconfían del holismo, pero necesitan conectar: parecen tener un sentido natural de la asociación en frentes para la acción política, aunque sin partidos de vanguardia. Su problema principal, por supuesto, es que son los hijos ilegítimos del militarismo y del capitalismo patriarcal, por no mencionar el socialismo de estado. Pero los bastardos son a menudo infieles a sus orígenes. Sus padres, después de todo, no son esenciales.”

Max Gracia

o esto que menciona el autor y director de Robot Stories

"Probablemente el 90 por ciento de las historias de robots son variantes del tema de Frankenstein, en donde las máquinas a la larga terminan saliéndose de control". "Yo creo que esas historias nos han dado este preconcepto de que una vez que las máquinas se convierten en seres con sentimientos quieren destruir a los seres humanos. Puede ser que sea así, pero lo que a mí me interesaba era la idea de que estas máquinas, una vez que comiencen a sentir y a pensar, van a querer encontrar algún tipo de conexión. Y entonces nos van a dar una noción más amplia de lo que implica ser un ser humano"

Greg Pak

La ciencia ficción pensada no como una pomposa demostración de fantasía y efectos especiales espectaculares neofuturianos, que es sinceramente lo que más me apena y me preocupa del asunto (finalmente la ciencia ficción tampoco parece haber escapado a esa implementación sistemática de irrelevancia consumista), sino como un planteamiento deliberado de realidades alternas, no necesariamente basadas en una ambientación tecnológica, que se filtre en las conciencias estériles hasta provocar un sacudimiento al menos de un poco de polvo de indiferencia sobre nuestra existencia y condición de seres humanos. Como un análisis y cuestionamiento de la condición humana alcanzada y la exploración dentro o más allá de sus límites contextuales...