lunes, marzo 28, 2005

fantasmas paranoicos automáticos

¿A poco no es aburrido todo esto? Vine por la novedad y me quedé por la adicción al aburrimiento y a la estupidez ¡bah!. Pocos signos de exclamación, más bien torcidos, como signos de interrogación ebrios. Y tanta pero tanta poesía fácil como la más puta de todas, sin que eso le quite o le ponga más emoción al asunto. Es como una pesadilla de la que apenas se despierta y ya se está soñando de nuevo, ya se quiere estar soñando otra vez, porque si algo le sobra a uno es lo necio, que de cualquier forma, nunca está de más. Ahora mira al pobre Batou, pobre diablo sintético acariciando a su perro de "carne y hueso", orejas largas y mirada que no termina de morir. Cada vez que llega a casa lo abraza como si sintiera que al hacer eso absorbiera un poco de esa humanidad que el se imagina no extinta aún. Pero no sabe que la humanidad es una ilusión, lo fue siempre. Un invento cruel de algún sacerdote ateo, de esos que sobreviven hasta hoy en día. Y se siente así menos solo, abrazando un trozo de madera artificial tras el holograma de perro, y no siente el vacío, creo, porque siempre sonríe, aunque sea muy levemente.