sábado, mayo 07, 2005

amorfo

un silencio muerto,
representa una memoria viva
la rebelión de la quietud,
viajando el eterno soliloquio
se quiebra la prisión del esclavo
súbitamente invadido por un demonio

cuando la palabra resucite
como canto abstracto
abandona las pasiones a otro destino,
mudar de carne y sangre
mudar de ojos y párpados
mudar de galaxia nocturna

cerrar los ojos y jurar no abrirlos nunca
irse como quien se va de verdad
partir como quien no mira hacia atrás,
como quien no quiere regresar
como quien no va a regresar

vivir la vida, no codiciarla

insectos nostálgicos,
quiero ver la noche
con los ojos del viejo sepia

morir la muerte, no codiciarla

sabios inviernos de rondín
entre zarzas y venados,
escritos con tiza que se desvanecen tras las horas
incertidumbre de confusiones, luego calma
luego paz

luego nada...