miércoles, junio 22, 2005

intermedio.1.0

De pronto sentí que nada de lo que hago o digo propone algo nuevo para mi, es gracioso o al menos sincero. Es más, no propone algo. Al otro día desperté sin acordarme de lo que había sentido el día anterior. Es decir, propenso de nuevo a cometer los mismos errores y hacer las mismas estupideces. Me duele el cráneo por los ojos. Y el día de hoy es en blanco y negro. Como película de Lynch. Eso que. O algo así.

Honestamente pienso que el sol no debería salir nunca en esta ciudad, quién necesita sol en esta ciudad. Ah si, olvidé que no soy su único habitante.