lunes, marzo 20, 2006

Cadáver.

La lluvia mojaba el cuerpo horadado sobre la banqueta. Sin saber aún si se trataba del cuerpo de un muerto o sólo el de alguien en un sueño profundo. Confusas facciones de dolor y de alegría se entrelazaban entre las comisuras de sus labios, poco se podría intuir sobre las causas. Ciertas historias se pierden irremediablemente cuando los ojos se han cerrado.